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Porque los perros odian tanto a los gatos

porque los perros odian tanto a los gatos

Porque los perros odian tanto a los gatos 

Perros y gatos pueden vivir en perfecta armonía en la misma habitación, pero hay veces que tu perro se siente demasiado excitado y quiere perseguirte - ¡obviamente a tu gato no le gustará!

Es muy importante detener este comportamiento exactamente cuando ocurre, porque puede causar una gran ansiedad a su gato, incluso si no tiene malas intenciones. Además, su gato interpretará esto como un comportamiento depredador y querrá esconderse para sentirse seguro.

Pero no tengas miedo, porque este comportamiento puede ser controlado. En este artículo veremos las razones por las que su perro está cazando a su gato, cómo puede impedir que su perro cace y qué hacer si no se detiene. ¿Por qué los perros cazan gatos? Cuando un perro caza un gato, normalmente lo hace porque sigue sus instintos, especialmente si su perro es una raza que se utiliza a menudo como cazador de presas o perro pastor. En otras ocasiones puede que sólo quiera jugar y perseguir al gato como si lo lanzáramos.

Es cierto que los perros tienen un fuerte instinto de caza y cualquier movimiento puede liberarlos. Sin embargo, hay casos en los que los perros y los gatos viven juntos durante años sin cazar y de repente desarrollan un instinto. Es importante impedir que su perro persiga a su gato cuando note ese comportamiento. Los perros deben ver a los gatos como compañeros y no como juguetes.

Una guía paso a paso para controlar los instintos de caza de su perro Es mucho más fácil entrenar a su perro cuando es un cachorro porque puede socializarlo para que comprenda que perseguir a un gato es un comportamiento inaceptable.


Método 1
Si su gato se siente cómodo en la bandeja sanitaria, colóquelo en la bandeja y colóquelo en la habitación (cuando su cachorro no esté dentro). Asegúrate de que tenga sus juguetes y la hierba gatera para hacerla feliz.
Acerca a tu cachorro. Su cachorro se fascinará inmediatamente con la presencia de su gato. Intentará olerlo y burlarse de él. Intente llamar la atención de su perro cada vez que se acerque a su gato. Si te mira, dale una recompensa.
El objetivo es repetir esta rutina cada vez que el perro mire al gato (no tienes que acercarte a él). Grita su nombre cada vez que mire al gato y dale una recompensa cuando se acerque a ti. Esto reforzará la idea de que no debe molestar a su gato.
Libere a su gato (si está a salvo) e inténtelo de nuevo. Si su perro insiste en acercarse a su gato, llámelo por su nombre y recompénselo con un regalo. Si no lo hace, dile que deje de hablar con voz fuerte, saca a tu gato de la habitación y vuelve a intentarlo más tarde. Con el tiempo, aprenderá a comportarse, no a perseguir al gato.
Pero a veces su perro puede desarrollar este instinto de persecución y caza a una edad más avanzada. En estos casos, puede ser necesario tener un plan más detallado para asegurar que su perro deje de perseguir a su gato.

Método 2
Si su perro descubre a su gato, llamará su atención inmediatamente. Deja de hacer todo lo que puedas para asegurarte de que te llegue cuando llames. Esto es importante porque el objetivo es detener la caza antes de que comience. Distraer a tu perro es siempre una buena manera de establecer límites.
Cada vez que tu perro vea un gato, repite la misma acción. Usa comandos, si ya le has enseñado, como "quédese" o "suéltese".
Cuando tu perro empieza a perseguir a tu gato es importante detenerlo. Sigue a tu perro y usa las órdenes de la palabra para mostrar tu desaprobación. El tono áspero de su voz debe dar la impresión de que perseguir a un gato no está permitido y debe detenerse inmediatamente.
Si este método no le impide perseguir a su gato, es posible que tenga que utilizar otro método.

Método 3
Asegure a su perro con una correa ajustable. Asegúrate de que tienes un buen agarre de la correa o que tienes un fácil acceso a ella. Mantén la lista de precios a mano.
Cuando tu perro mire a tu gato, le llamará la atención. Si viene a ti, hazlo feliz.
Repita este comportamiento cada vez que su perro mire a su gato. La correa permite a su gato moverse libremente sin ser atrapado por su perro y le permite controlar mejor a su perro si no sigue sus instrucciones.
Con el tiempo, tu perro comenzará a mirarte automáticamente cuando tu gato esté cerca. En este punto puedes extender la ventaja y dejarla correr un poco más.
Cuando empiece a perseguirte, usa el camino corto de nuevo para controlarlo. Si te escucha, dale una recompensa.
Tan pronto como su perro muestre poco o ningún interés en su gato cuando esté cerca de él y con una correa larga, déjelo ir para que pueda moverse libremente con su gato.
Recuerde que la serie de Premios al Buen Comportamiento ayudará a su perro a llegar a la meta y evitará que corra detrás de su gato.


¿Qué harás si no deja de perseguirte?
Si su perro no deja de perseguir a los gatos, es posible que tenga que volver a examinar los factores que han llevado a esto. Por ejemplo, ¿hace suficiente ejercicio? Si no, puede intentar usar algo de su exceso de energía para perseguir a su gato por la casa. Intenta llevarla a dar paseos más largos e intensos.

Si esto no funciona, piense en llevar a su perro a un entrenador o veterinario especializado en comportamiento canino. Estos especialistas serán capaces de identificar y resolver el problema. A veces los cambios de comportamiento son causados por la enfermedad. Si le preocupa esto, lleve a su perro al veterinario para asegurarse de que no hay problemas.

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