Mi perro se tira de panza
Es una invitación casi imposible de resistir: el perro se da la vuelta y muestra su barriga para frotarla. Ya sea pequeño, grande, peludo o sin pelo, la barriga expuesta de un perro requiere un buen frotamiento o rascado. ¿Pero por qué a tantos perros les gusta tanto?
¿A quién le gusta que le froten la barriga?
La Dra. Margaret Gruen, terapeuta del comportamiento de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Carolina del Norte, dice que mientras los gatos y los perros exhiben sus barrigas, sus razones son diferentes. Los gatos se tumban de espaldas en una posición defensiva, lo que no les anima a frotarse la barriga, mientras que los perros tienen otras razones. "Los perros muestran sus barrigas como parte de una muestra de sumisión, a veces en juego, y a las personas con las que se sienten cómodos", dice el Dr. Gruen. El informe no significa que al perro no le guste que lo froten. Cuando un perro se siente cómodo con alguien que lo mima, a veces se da la vuelta para tener mejor acceso a su estómago. "Parece que a estos perros les gusta que les froten el estómago", dice.
Otro comportamiento se produce cuando un perro se da la vuelta en cuanto alguien se acerca a él. "Estos perros pueden mostrar un comportamiento sumiso", explica el Dr. Gruen, "especialmente cuando van acompañados de otras actitudes sumisas como dejar caer la cola o lamerse la boca. En tales casos, frotar la barriga de un perro no es la mejor reacción, al menos no a primera vista, porque un perro puede sentirse intimidado si alguien se inclina para frotarlo. "Es mejor que estos perros se sientan cómodos cuando se acercan a ti o se agachan y llaman al perro sin acercarse a él", dice.
Para amasar o no amasar
El Dr. Gruen dice que en general, cuando un perro se da la vuelta para lavarlo, no hay razón para no hacerlo. Pero es importante saber que no es aconsejable que el perro se siente sobre su espalda y se frote el estómago (a menos que lo haga él mismo), porque "puede molestarlo y causarle ansiedad". El Dr. Gruen dice que hay situaciones en las que un perro no quiere ser frotado. "Hay señales de que el perro quiere frotar su estómago - a los perros no siempre les gusta exponer su estómago, por ejemplo cuando están fuera o en un entorno desconocido.
No se preocupe si a su perro no le gusta que lo froten, dice el Dr. Gruen, porque al igual que las personas, los perros pueden tener diferentes gustos. "Sin embargo, el dueño de un perro debe preocuparse si el frotamiento de su estómago u otra forma sensible de contacto implica agresión", añade. Por ejemplo, si su perro gruñe cuando se frota el estómago, el Dr. Gruen le aconseja que se vaya inmediatamente. También le aconseja que consulte a su veterinario porque "el dolor, la enfermedad o los problemas de comportamiento pueden contribuir a la agresión y esto debe ser tratado por un especialista".