Porque mi gato siames es agresivo
La agresión en los gatos suele ser el segundo problema de comportamiento más común en los gatos, siempre que la agresión sea frecuente.
Un gato agresivo es un animal peligroso para vivir en nuestra casa porque además del peligro que representa para los miembros de la familia, el gato suele mostrar su mal comportamiento a cualquiera que pase por la puerta de nuestra casa. No todos los gatos muestran su agresividad de la misma manera, hay quienes se sienten atraídos e intentan relacionarse con las personas lo menos posible, así como quienes atacan a las personas directamente de manera violenta a uno o más miembros del entorno familiar. A menudo estas declaraciones violentas no son tratadas adecuadamente por los propietarios. Debemos recordar que cualquier manifestación de agresión de los gatos, que es frecuente y de tal intensidad, debe ser evaluada por un veterinario o etólogo.
Hasta que un especialista pueda evaluar las causas de estos comportamientos, es mejor no alentar, provocar o motivar comportamientos agresivos como jugar con nuestras manos y dejar que el gato las muerda o las arañe. Hay que tener en cuenta que antes de evaluar un comportamiento tan agresivo, debe realizarse un examen médico para descartar cualquier enfermedad que pueda causar el problema. La vejiga, los problemas dentales, la artritis y las patologías del sistema nervioso pueden ser algunas de las causas de la agresión de los gatos.
Cuando presentamos nuestro problema al veterinario, necesitamos dar información muy precisa y detallada sobre su comportamiento, porque es con nosotros, la siguiente información es importante:
- El temperamento de su gato, ya sea dominante, aterrador, independiente, etc.
- edad del comienzo de la agresión (algunos gatos son genéticamente agresivos desde su nacimiento) - su postura, partes del cuerpo, movimientos
- Las expresiones faciales del gato, como la posición de sus orejas, sus ojos... Los sonidos que hace el gato, los anillos, los gritos, etc.
- ¿En qué situaciones aparece la agresión, es mientras se juega, se acaricia, etc.?
- La intensidad de los ataques
- La forma en que cada miembro de la familia lidia con estos ataques
Debe quedar claro que los gatitos y gatos jóvenes suelen mostrar signos de agresión durante el juego a medida que aprenden porque son cazadores de depredadores innatos. El error que no debemos cometer es reforzar este comportamiento a través de juegos cada vez más violentos, ya que esto puede conducir a una agresión más grave en el futuro.
Cuando se juega con ellos, hay señales que no deben ser permitidas:
- Cuando un gato sigue su cara
- Mordeduras y arañazos
- Siguen atacando, a pesar de nuestros intentos de evitarlo. Nunca castigue físicamente a su gato, no es efectivo y sólo aumentará su tensión, lo que incrementará su agresividad. Tampoco debemos ofrecer recompensas, caricias o comida a un gato agresivo para calmarlo, ya que la señal que recibe el gato es que su dueño lo recompensa por su comportamiento violento.
Algunas soluciones para tratar con gatos violentos - un gatito que no se queda con su madre y hermanos el tiempo suficiente a menudo tiene estos problemas.
- No sugieras un juego agresivo
- Si se produce un robo, debe hacer una denuncia excesiva
- Evitar todo tipo de castigo corporal
- Dirige tu atención durante la agresión a los juguetes en movimiento, etc.
- Para apreciar la posibilidad de involucrar a otro gato de edad y temperamento similares, a veces la presencia de otro gato permite "perseguir" el juego para evitar caer sobre el hombre.
- Separe a su gato en la otra habitación tan pronto como se produzca la agresión y déjelo allí durante unos minutos, repitiéndolo tantas veces como sea necesario. Estos son algunos consejos, pero lo primero que hay que hacer es consultar a un profesional para descartar posibles problemas de enfermedad.
Signos de agresión en los gatos
- Dilatación de las pupilas
- Miren a la persona a ser atacada, con su bigote y cuello cortado y sus orejas arrancadas.
- Cola separada del cuerpo, doblada hacia abajo o verticalmente con el extremo doblado hacia arriba.
- El pelo de la espalda está levantado.